Elevando A Las Relaciones Sexuales

Demasiadas personas parecen estar totalmente inconscientes del hecho de que tener relaciones sexuales implica infinitamente más que un simple acto de placer físico temporal. Esto bien podría ser una de las mayores tragedias de la civilización humana en su interminable y torpe búsqueda de la gratificación inmediata.

Dejando a un lado todas las enfermedades de transmisión sexual -como si éstas por sí solas no fueran suficientes para hacer que la gente piense dos veces antes de tener relaciones sexuales- reducir las relaciones sexuales a un mero acto de gratificación inmediata, como tantas veces retrata Hollywood, no solo degrada nuestra humanidad sino que nos somete a la ley de la ley de la satisfacción/utilidad marginal decreciente, es decir, cuanto más tenemos de algo, menos satisfacción/utilidad obtenemos de ello y, por tanto, más “necesitamos” y así sucesivamente, en espiral descendente.

Si tan solo nos diéramos cuenta de que durante este acto tenemos el poder de crear vida… o destruirla, tal vez lo pensaríamos un poco más antes de dejarnos llevar por nuestras hormonas e instinto animal. Los animales están justificados porque fueron disenados para ello. ¿Cuál es nuestra justificación por nuestro comportamiento animal? ¿O es que no necesitamos una justificación para arruinar nuestra vida y la de los demás?